Antifaces. Disfraces. Música. Baile. Desfiles. Todas estos sustantivos y otros más se me vienen a la cabeza cuando pienso en la fiesta que estamos viviendo en estos momentos; una semana en la que puedes convertirte en cualquier cosa y las normas implantadas sobre como vestir quedan relegadas a segundo plano.
Esta tradición celebrada a lo largo de prácticamente todo el mundo tuvo su origen en el caos, en celebraciones para honrar a dioses paganos hace más de 5000 años, cierto es que actualmente nada tiene que ver con la honra a ninguna divinidad, pero sigue manteniendo ese origen en el descontrol y la permisividad más absoluta.
Estos días de carnaval todo aquel que mínimamente quiera impresionar se vestirá de la forma más extravagante que pueda. Por no hablar del ruido que generan los desfiles acompañados de esas bandas musicales que golpean con fuerza tambores para que todo el mundo preste atención.
!Que maravilla de carnaval!
BIBLIOGRAFÍA:
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